Ciencia

El cerebro de Heslington, los sesos mejor conservados del mundo que tienen más de 2.600 años

En 2009, un grupo de arqueólogos encontró, en Heslington, Reino Unido, los restos de un cerebro que se mantuvieron intactos por milenios. Según un estudio publicado en Journal of the Royal Society Interface, esto es lo que permitió su conservación a lo largo del tiempo.

De acuerdo con una investigación, el cerebro le habría pertenecido a un hombre de la Edad de Hierro que fue colgado y decapitado posteriormente. Foto: York Archaelogical Trust
De acuerdo con una investigación, el cerebro le habría pertenecido a un hombre de la Edad de Hierro que fue colgado y decapitado posteriormente. Foto: York Archaelogical Trust

La arqueología ha permitido, a lo largo de los años, encontrar restos humanos de importantes civilizaciones que han habitado la Tierra. Estos descubrimientos brindan acceso a conocer sus culturas, costumbres y conocimientos, como es la conservación de los cuerpos de sus muertos. Entre las técnicas de momificación más conocidas se encuentran las de los egipcios, en África, o la de los Chinchorro, en América Latina.

Sin embargo, en 2009, un descubrimiento sorprendió al mundo entero, cuando un grupo de arqueólogos encontró, en la localidad de Heslington, en Reino Unido, los restos de un cerebro que permanecieron intactos por más de 2.600 años. Esto es lo que reveló su análisis y los secretos de su buen estado, según un estudio publicado por Journal of the Royal Society Interface.

El cráneo se remonta a hace unos 2.600 años a la Edad del Hierro. Foto: Gizmodo

El cráneo se remonta a hace unos 2.600 años a la Edad del Hierro. Foto: Gizmodo

Los secretos detrás del cerebro de Heslington

Tras el hallazgo del denominado cerebro de Heslington, uno de los hechos que más intriga generó en los arqueólogos y biólogos fue su buen estado de conservación a pesar de los miles de años que tenía de antigüedad. De acuerdo con una investigación publicada en 2020 en la revista Journal of the Royal Society Interface, lo usual es que el tejido cerebral se disuelva rápidamente después de la muerte de una persona, ya que este pasa por un proceso de autoproteolisis es decir, la degradación de proteínas y su putrefacción.

En este sentido, luego de una muerte, el cerebro comienza a pudrirse dentro de las primeras 36 a 72 horas, mientras que la esqueletización de un cuerpo es apenas desde los 5 a 10 años. No obstante, esto no habría pasado con los restos hallados en Heslington.

El cerebro de Heslington le habría pertenecido a un hombre entre 26 y 45 años de edad. Foto: York Archaelogical Trust

El cerebro de Heslington le habría pertenecido a un hombre entre 26 y 45 años de edad. Foto: York Archaelogical Trust

Luego de un año entero de trabajos de laboratorio, el neurobiólogo de la University College London, Axel Petzold, y un grupo de sus colegas encontraron que el cerebro contaba con más de 800 proteínas, de las cuales algunas se habían plegado en "agregados" estables y compactados, lo que hizo a los sesos más duraderos y capaces de resistir a la descomposición. Las proteínas en cuestión fueron identificadas como neurofilamentos y proteínas ácidas fibrilares gliales (GFAP).

Aunque aún no se sabe a ciencia cierta cómo es que estas proteínas se agregaron, se cree que ingresaron debido a la forma en que se enterró el cadáver. Para ello se habría puesto al cuerpo bajo un sedimento frío y de grano, el cual permitió un ambiente sin oxígeno ni bacterias.

Según el estudio de arqueólogos del York Archaeological Trust, en Reino Unido, el cerebro de Heslington le habría pertenecido a un hombre entre 26 y 45 años de edad. Un examen de sus vértebras en el cuello permitió conocer que fue golpeado en el primer disco del cuello, además de que el cuello se cortó con un cuchillo pequeño y afilado, por lo que habría sido decapitado.

Bachiller en Periodismo por la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con experiencia en el área de derechos de las mujeres y poblaciones indígenas. Ahora en la sección Mundo de La República.