Nico Ponce sobre su rol en 'Papá en apuros': "No ha habido envidia, todos han tirado para adelante"

El 2023 ha sido el año de Nico Ponce. El actor fue parte del elenco de 'Papá en apuros' y regresó por su revancha en la nueva edición de 'El gran chef: famosos'. En conversación con La República, contó sobre su trabajo con Itziar Ituño, actriz de 'La casa de papel', en un nuevo largometraje grabado en Argentina. También, señaló cómo fueron las conversaciones con Paolo Guerrero para su protagónico en la serie de Netflix 'Contigo, capitán'. El intérprete aseguró que falta mucho apoyo por parte del Gobierno y el público peruano para la industria artística en el país.

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—Hablemos de la película ‘Pensamiento lateral’. ¿Hay fecha de estreno estimada?

—Aún no nos han dicho nada con el estreno. Sé que estuvo en algunos festivales en España y Miami, pero fecha de estreno no hay confirmada. Lo más probable es que sea este año.

—¿Qué papel tienes?

—Tengo un papel pequeño en realidad. Itziar Ituño (Raquel Murillo en ‘La casa de papel’) es una psicóloga y yo soy uno de los pacientes que ella atiende. Arranca la película conmigo y ella trata de ayudarme un poco. Luego, ella resulta afectada por todo lo que le pasa. Tengo tres o cuatro apariciones en la película. Un personaje pequeño, pero una gran experiencia, la verdad.

—Y todo se grabó en Argentina, ¿no? ¿Cómo fue trabajar con Itziar Ituño?

—Sí, todo en Buenos Aires. Aparte, nos fuimos de viaje con ella y la producción a Uruguay. En realidad, tuvimos una superconexión con ella porque viene a Perú bastante. Ella tiene su novio y él es de Perú, y ella hace música. Y, bueno, nos quedamos 'loreando' un rato, nos hicimos bien patas y ahora ya nos comunicamos por las redes.

—¿Han hablado de un estreno en Perú?

—Hasta donde yo sabía, querían que se estrene en plataforma, de esa manera el público de Latinoamérica podría verlo. Esperemos que haya una confirmación este año porque yo también quiero verla (risas) y ver el resultado de la película.

—'Papá en apuros'. Se ve que te llevas muy bien con tus compañeros, ¿qué tal este nuevo proyecto?

—Me han hecho todo un tiktoker bailarín (risas). Buenazo, creo que es un proyecto que se ha hecho de la manera correcta en el sentido en que se ha hecho con tiempo. Se hizo un casting riguroso en el que cada actor se ganó su papel, nada fue a dedo. Y eso también es parte del éxito de la novela, ¿no? Tiene muy buenos actores y, aparte de compartir con 'Brunito' Odar, quien fue mi primer maestro. Los jóvenes también son promesas de la actuación.

—Han conectado muy rápido, ¿no?

—¡Sí! Nos hicimos bien patas, es un grupo muy bonito. No ha habido envidia ni mala onda, todos han estado tirando para adelante. Aparte, es un proyecto que Latina le ha metido todas las 'balas'. Y eso es chévere porque nos hemos sentido apoyados y hemos colaborado con este nuevo proyecto. Esperemos que vengan más novelas, más series, por parte de Latina.

—¿Habrá segunda temporada de ‘Papá en apuros’?

—Que yo sepa, ‘Papá en apuros’ es una novela que empieza y acaba. Es una historia que termina. Y sé también que se quieren hacer más proyectos de ficción este año, pero todavía no nos han confirmado nada. Ahora que Latina ha agarrado este movimiento de contenido familiar, yo creo que está yendo superbién. ‘El gran chef’ ha sido una plataforma superimportante para todo el canal y, sobre todo, para ‘Papá en apuros’. Para mí, participar en ambos me hace sentir agradecido.

—Ahora en 'El gran chef' vuelves por tu revancha, ¿qué tal los nuevos compañeros?, ¿extrañaste la cocina?

—Sí, vamos con todo, pero ahora estoy en sentencia (risas), no puedo entrar ni salir ni hablar. Al inicio, como si llegaras a un salón nuevo. En comparación a la primera temporada, fue una locura. Parecía un salón de kínder. Los jurados, los participantes, eran una cosa de locos. Y ahora entré, y me encontré con un montón de amigos, como Ale Fuller, Mónica Torres, Mónica Silva, Christian Ysla… Y personas con los que no trabajé y recién conozco, como Mauricio Mesones y Armando Machuca. Es una competencia sana.

—Todos se prestan para la chacota…

—Sí, ‘El gran chef’ permite que nos mostremos como somos, no estamos ahí para crear un personaje, no soy como Matías Quiroz. Básicamente, es Nico Ponce cocinando y eso es chévere porque la gente te conoce en los momentos de crisis, de frustración.

—¿Tu segmento de cocina regresará con tu participación en ‘El gran chef’?

—Lo hice un buen tiempo, pero desde que inició la novela se me hizo imposible por el tiempo. Tú sabes que en las redes es chamba. Producir los programas, coordinar con los invitados como a Rondón, al ‘Chato’ (Miguel Vergara) que destruyó mi cocina… ese tipo de cosas es todo un tema de producción. Todavía no lo he considerado, pero estamos viendo a ver si armamos un equipo. En verdad, funcionaba un montón. Yo soy un desastre en la cocina (risas), tendría que moderarme un poco.

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—La temporada 1 se caracterizó por aquellas reuniones en casa de Nelly, ¿esto sigue así o con quién de la temporada frecuentas más?

—Ahora que regresé al programa, me encontré a Nelly Rossinelli que ya ni bailaba tiktoks. Yo le pregunté: ‘Oye, Nelly, ¿y tus pasos?’, y ella respondía: ‘Ay, estoy oxidada, Nico’. Parece que han dejado de producir tanto contenido, pero yo le dije: ‘Ya regresé, ya te fregaste’. La novela de por sí me absorbió mucho y no pude ver a mis amigos de la primera temporada, pero ahora que hemos regresado yo diría que más con los jurados porque al ‘Chato’ ni lo veo, Rondón no sé en dónde anda. Tenemos un chat, pero no nos hemos visto, pero de por sí ya retomé con mi comadre Nelly y con Javier.

—¿Las jornadas de grabación de ‘Papá en apuros’ eran igual que las de ‘El gran chef’?

—No. Lo que pasa es que han cambiado ‘El gran chef’. Antes era desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche, pero ahora han aprovechado más el tiempo y empiezan tempranito, a las 7 de la mañana, y terminan a las 3 de la tarde, y ya hay mucho más tiempo. Y hay un día que se graban dos programas, justamente para no trabajar día sábado. Por otro lado, en la novela grabábamos desde las 7 a. m. hasta las 7 u 8 de la noche. Era bien fuerte.

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—Pasaste de grabar todo el día en la primera temporada de ‘EGC’ a seguir filmando todo el día en ‘Papá en apuros’…

—Sí, sí, sí… Fue fuerte. De hecho, cuando llegué a la novela y era igual (risas), fue un vacilón, pero hemos vivido cosas muy bonitas. Me he reencontrado con personas con las que trabajé antes y otros nuevos talentos. Fue muy bonito.

—En una entrevista comentaste que has iniciado una productora de cine, ¿cómo va ese proyecto y cuál es el siguiente paso?

—Sí, inicié una productora de cine de la mano con la serie ‘Contigo, capitán’ y salió con la idea de hacer una película; pero, te voy a ser sincero, fue un portazo contra la pared. Es bien yuca porque, te cuento, yo tengo un guion, que lo escribí hace 5 años y ya está terminado, pero hacer cine aquí es bien difícil.

—¿De qué género es la película?

—Es un western urbano que termina en drama romántico, por así decirlo. Pero, como es una película comercial, sin dejar de ser un buen guion o una buena producción, es comercial. El rubro de la película comercial no es tan apoyado acá, el apoyo es más privado. Todo está muy monopolizado por ciertas productoras. Se me hizo complicado a mí para encontrar una productora de respaldo. No está sepultado, pero ahí está el proyecto. Ojalá se dé la oportunidad.

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—En alguna oportunidad un colega tuyo me dijo que había un apoyo inimaginable al arte en Argentina…

—Sí, claro. Yo me preparé en Argentina. Estudié con Bruno (Odar), luego fui a Argentina y me gradué allí. Conozco cómo es el movimiento allá, el sindicato que hay y el apoyo que el Gobierno otorga a sus artistas. Y te das cuenta el resultado, ves un producto argentino, colombiano o mexicano y se nota lo que es. El rubro artístico, actoral y musical es bastante abandonado aquí. Uno sobrevive como puede. Por eso, que vengan chilenos a producir con Latina nos da esperanza de que sigan haciendo cosas. Antes solo había América Televisión con dos productoras y, si no estabas con ellos, no estabas con nadie.

—'Contigo, capitán' es la primera serie de Netflix en Perú y marcaste el inicio con este protagónico. ¿Cómo tomaste esta responsabilidad para la actuación en el país?

—Para mí fue una gran responsabilidad y un orgullo de poder ser, como tú dices, el que abre esta puerta para Netflix en Perú. Y tener la oportunidad de interpretar un personaje, y no cualquier personaje, sino al capitán de la selección peruana. Te cuento que en pandemia me agarró fuerte, en mi carrera actoral. Me fui a vivir a una playa del norte en Lobitos y dictaba talleres de actuación virtual. Estaba feliz, había tirado la toalla...

—Hiciste varias audiciones, ¿no?

—Sí. Me fui a México, Colombia, Argentina, y la verdad que cada país apuesta por su gente. Ser extranjero era algo difícil para el actor, en cambio, acá viene un extranjero y le dan el papel (risas). En plena pandemia fue que me llega la llamada del jefe de casting de la serie. Me dijeron que era para Netflix y fue lindo porque era algo que yo estaba buscando. Cuando salió ese proyecto, fue mucho trabajo. Me preparé mucho para el personaje y estoy contento con el resultado. Estoy orgulloso y feliz de que se haya hecho una superproducción con el Perú.

—¿Cómo ha sido trabajar con Paolo Guerrero?

—Bien, yo lo conocí porque estuvo con una amiga en común. Esta serie sirvió para conocerlo mucho más y meterme en la piel del personaje. Yo encontraba a Paolo en su casa, con su familia y cómo le chocó este episodio de su vida. Todo lo que está retratado en la serie es lo que contó él, es la versión de Paolo.

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—¿Qué cosa no se vio en la serie?

—Cuando conversé con él y me contó la historia, lo que la gente no ha visto es cómo se sintió él. Hay un antes y un después de ese episodio, digan lo que digan. Guerrero clasificándonos al repechaje y luego lo que salió del dopaje y el derrumbe de su carrera. Imagínate cómo se sintió él con todo esto, cómo lo pasó él y su familia. Fue horrible, fue una experiencia cruda para él. Y la gente fue ruda con él, él la pasó mal. La serie es superblanca al respecto.

—¿Cómo recibiste las críticas sobre tu parecido con Paolo Guerrero?

—Al inicio me hicieron leña. Cuando salió el primer tráiler, me dijeron que me parezco, pero dijeron que por qué hacen la serie de Paolo. Luego fue que por qué hacen algo de lo mismo. Siempre buscaron una razón para criticar. Eso es lo que a mí me da pena, no hay ese nacionalismo de decir que soy peruano y quiero ver a mi país triunfar.

—¿Cuáles son tus proyectos para el 2024?

—Ahorita estoy en ‘El gran chef’, luego voy a grabar una película con Michel Gómez en el que tengo oportunidad de ser el protagonista. Se graba en abril. Luego, estoy en conversaciones con Latina a ver si se viene algo más.

—¿Dónde se grabará la película de Michel Gómez?

—Lo único que sé es que se va a grabar en el Colca a mediados de abril y tengo este personaje protagónico con Mayella Lloclla. Es una comedia, algo diferente. Está interesante, leí el guion y me llamó la atención.

—¿Cuál dirías que es el tatuaje más significativo que tienes?

—El 11 que tengo en el cuello. Me pasó algo superinteresante con el 11 y, a raíz de esto, comencé a creer en temas de numerología que me llevó a una filosofía y posterior estilo de vida. Me pasó de una manera incontrolable, lo veía en todos lados. De ahí en adelante, mi vida cambió, eso pasó cuando yo tenía 27 años. Ahora creo fielmente en eso. Es como creer en el amor y seguir eligiendo el amor.