¿Cuándo se podrá retirar la CTS?

Alianza espuria

Los intereses particulares del fujimorismo y el perulibrismo en el Congreso.

“Alianzas contra principios” y “traición a los ideales” han sido las razones que han dado los primeros congresistas de Perú Libre que han renunciado a la organización política apenas conocida la participación de Waldemar Cerrón en la primera lista a la Mesa Directiva del Congreso, e integrada entre otros por Fuerza Popular.

A estas primeras reacciones también se suman los comentarios en redes sociales y medios de comunicación sobre la conformación de esta lista, que resulta siendo un escándalo por el oportunismo que muestra y porque confirma los peores pronósticos; es decir, que la extrema derecha y la extrema izquierda han sumado esfuerzos para apoderarse del botín estatal y controlar el aparato público.

Bajo ese contubernio, que ahora se expone a la luz pública, se han obtenido un conjunto de medidas atentatorias del Estado de derecho y que han provocado las contrarreformas en materias de salud y educación, por ejemplo.

Waldemar Cerrón cataliza todo lo que se repudia en la política: el populismo, la cofradía, el misterio, la poca o ninguna transparencia durante la gestión. En tanto, el fujimorismo ha actuado de espaldas al país. Desde antes lo ha hecho con su líder Fujimori y ahora lo reproduce con una bancada que se ha encargado de establecer cambios alineados a las necesidades partidarias.

Recién se perfila la primera lista para participar en las elecciones para la nueva Mesa Directiva, integrada por congresistas de las bancadas de APP, Fuerza Popular, Perú Libre y Avanza País. Todavía se está a la espera de los contendores de las otras listas que se inscriban para la elección de la directiva que se llevará a cabo este 26 de julio.

Perú Libre ha señalado permanentemente que su agrupación deslinda de caviares, a los que califica de oportunistas y faltos de convicción; también ha fustigado a quienes mantienen posiciones menos radicales que las suyas. Esta alianza con el fujimorismo se ha ido dando en la práctica, pero sin mayor explicación, salvo uno que otro comentario negándola. Ahora que existe el acuerdo expreso, se requiere alguna explicación menos retórica que identifique los temas en común y determine la agenda propuesta.

Finalmente, y despejada ya la posición de Perú Libre, que ha mostrado su verdadera identidad, se espera un necesario debate en el campo popular, en relación con las demandas ciudadanas que exigen cambio político, la salida de Dina Boluarte y el cese del Congreso.