Precio del dólar HOY, domingo 5 de mayo

¿Es reciclable Pedro Castillo?, por Mirko Lauer

"No descartemos que pronto algunos partidos ya existentes decidan jugar la carta castillista, para usar al sombrerón como una locomotora parlamentaria".

Ahora que se le pasó el susto, Aníbal Torres quiere hacer un partido castillista. Uno de sus alicientes es que Pedro Castillo quedó segundo en alguna encuesta de intención de voto para el 2026. Otro es que hay un público que asocia la tirria a Dina Boluarte con cierta simpatía por algunos remanentes asolapados de Sendero Luminoso.

Ahora lo que el promotor y su ayudante Anahí Durand necesitan son firmas para entregar al JNE. No es imposible que las consigan, siempre y cuando logren reunir los fondos necesarios. Hay más de un gobierno dispuesto a colaborar. De modo que pronto veremos la foto de Castillo, con sombrero, pegada por calles y plazas.

Pero Torres es abogado, y no puede ignorar la posibilidad de que su pupilo golpista Castillo no pueda candidatear en las próximas elecciones. Pero suponemos que para enfrentar eso hay la cripto-plancha Torres-Durand, esperanzada en candidatear con rostro ajeno. De modo que en las fotos de campaña el sombrero chotano tendría que alcanzar para tres.

¿Es la aparente votación de Castillo endosable? Antes de responder hay que decir que lo que las encuestas arrojan es algo parecido a dos o tres por ciento. Aun si sus reemplazantes lo conservan, no es una ventaja abrumadora para la segunda vuelta electoral.

Nunca va a ganar presidencia alguna, pero para el abogado Torres hay algunas obvias ventajas. Ser candidato le lavaría la cara de golpista con la que ha empezado a circular. Además mitigaría los riesgos legales en los que todavía se va a encontrar por un tiempo. Luego hay todos los recursos que circulan por una campaña, presidencial y parlamentaria.

No descartemos que pronto algunos partidos ya existentes decidan jugar la carta castillista, para usar al sombrerón como una locomotora parlamentaria. A estos partidos Torres no les resulta de la menor utilidad, sobre todo cuando no representa el triunfo electoral, sino la hora más negra del golpismo fracasado. Inspirado por Torres, se sospecha.

Es muy probable que una vez que Boluarte empiece a salir de escena, las simpatías por Castillo empiecen a disminuir a parecido ritmo. Su nombre se mantendrá sobre todo como parte de la pugna entre el sindicalismo magisterial clásico (Sutep) y el otro, el que desea reflotar el senderismo.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).