Monseñor Alfredo Vizcarra: “Hay ausencia del Estado y los mineros ilegales entran con impunidad"

-Monseñor, usted ha denunciado el fuerte avance de la minería ilegal en el norte de la región Amazonas ¿Qué es lo que ha podido comprobar en esta zona?

-La presencia de dragas no es nuevo, pero la característica ahora es que hay ausencia del Estado y hace que los mineros ilegales entren con un atrevimiento y una impunidad a la cuenca del Cenepa. Hace poco se ha visto hasta 60 dragas entre Huampami y la comunidad de Tuutin. Hay alguna intervención del Estado, pero es esporádica y no se consigue poner freno a esto con todos los problemas sociales que trae, además de la contaminación ambiental.

-Se trata de la provincia de Condorcanqui.

-Si. He caminado cuatro días para llegar a una comunidad en la Cordillera del Cóndor. Son comunidades en situación de aislamiento que tienen que resolver sus necesidades de salud y educación. El Estado no está presente para frenar a la minería ilegal que trae contaminación, fricción entre los pueblos y prostitución de adolescentes. Yo he visto con mis propios ojos cuando regresaba del Cenepa hacia Nieva y la embarcación se acercó para recoger pasajeros. Vi salir a dos adolescentes de una chalupa donde había como diez hombres bromeando sobre las chicas. Es muy triste.

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-Usted también ha cuestionado la política del Estado para la amazonía.

-El Estado peruano ha llegado hasta allí para incorporar a estos pueblos a la nación peruana, pero esta incorporación es a través de un Estado muy ineficiente. Yo diría que no tiene una política de desarrollo sostenible para estos lugares. La única que hay es esto: una mirada extractiva del lugar que ni siquiera está bien reglamentada, porque permite todo este tipo de cosas. Si queremos que estas poblaciones sean incorporadas no hay que hacerlo de cualquier manera, esto es un maltrato.

-La Dirección Regional de Energía y Minas tendría que estar al tanto de lo que ocurre con la minería ilegal, pero da la impresión que sus facultades son limitadas, o se hacen de la vista gorda. Lo cierto es que no hay autoridad.

-No se ve una autoridad. No se puede explicar cómo es que las dragas entran constantemente al Cenepa y ahora al río Santiago. Esto se va poniendo cada vez peor. Se sabe que estos mineros ilegales no son personas con una moral adecuada si tomamos en cuenta su actitud ante la prostitución de adolescentes.

-Otro problema denunciado es que los mineros ilegales están usando amas de fuego en el río Santiago.

-Es lo peligroso porque se puede generar ahí un enfrentamiento. Además, eso ya ha sucedido en el río Cenepa, donde hubo un enfrentamiento armado. Puede suceder lo mismo en el río Santiago.

-Tengo entendido que, el 15 de febrero, la población wampis llegó a intervenir siete dragas y mantiene retenidos a mineros ilegales. ¿Dónde están los mineros?

-Están en la comunidad Villa Gonzalo, en el río Santiago.

-¿Cuál es el objetivo de la retención de los mineros?

-El Gobierno Territorial Autónomo Wampis sacó un pronunciamiento pidiendo la intervención del Estado.

-El VIH Sida se ha agregado a los problemas de salud de la población en la provincia de Condorcanqui. ¿Qué está haciendo el Estado?

-El VIH Sida se ha disparado enormemente. Yo estuve en Lima en enero con la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y están preocupados por los niveles de VIH Sida en la zona. Van a abrir una oficina en Condorcanqui. Ya han ido, pero no sé decir si ya se implementó la oficina.

-En otras regiones, como Madre de Dios, la minería ilegal se ha empoderado. ¿Cree que las autoridades no pueden sacarlos o es la corrupción que se ha impuesto?.

-Este es un problema de la amazonía. Lo digo porque los ocho obispos de los ocho vicariatos de la selva nos reunimos con frecuencia de manera virtual y estamos muy preocupados porque esto es lo que está ocurriendo en todas partes de la selva peruana. He estado en Puerto Inca, en la frontera entre Pucallpa y Huánuco, ahí están entrando las retroexcavadoras de manera tremenda y la acción es similar a lo que sucede en Puerto Maldonado, porque es arrasar y arrasar. Y es así, comprando a las autoridades.

-¿Qué hacer? Se han hecho muchos llamados a las autoridades y todo sigue igual.

-Para frenar estas incursiones se necesita que haya una política e ir viendo alternativas inmediatas para ayudar a esta gente que tiene que solventar sus necesidades. Marcar objetivos a mediano y largo plazo, pero conversando con la gente del lugar. No creo que haya una planificación así. La selva es un modo de vida, es un ecosistema, no se puede tratar a la selva como a la sierra ni como a la costa. Es un ecosistema que vive de sí mismo, no está pensado para la agricultura intensiva y extensiva, es una vida en la que todo está retroalimentándose. Si tocas una parte, afectas todo ese conjunto.

-Hay organizaciones que están trabajando de la mano con las comunidades como algunas ONG. Usted ve el trabajo de estas personas ¿cuál es su comentario?

-El antiguo líder awajún Santiago Manuin tuvo una expresión muy fuerte que también a nosotros nos golpeaba. Decía que la amazonía era un cementerio de proyectos. Lamentablemente todas estas intervenciones no consiguen el bien que pretenden hacer. Hay algo que no está siendo bien planteado, creo que tiene que ver justamente con la falta de diálogo, ayudar a que estos pueblos sean los protagonistas. Que tengan la formación que reclaman en educación para que sean los actores de un desarrollo alternativo. Creo que el diálogo intercultural tiene que ser tomado muy en serio.

-Ustedes están trabajando en lo que es educación.

-Nuestra intención es tener una presencia que colabore con la educación. Tenemos intervención en Educación Básica Regular y vamos juntos con la Ugel e instituciones del Estado a fin de llegar con una propuesta educativa para esta zona. Pero todo esto lo tenemos que hacer en conversación con el Estado que es muy lento, nos ponen muchas dificultades, pero intentamos seguir adelante.

-También se advierte un sesgo paternalista en el tratamiento que se suele dar a las comunidades.

-Así es. Cuántas veces me han dicho: “Estamos cansados de escuchar proyectos. Ya sabemos nuestros derechos, capacitaciones por nuestros derechos, pero no conseguimos nada, no hay cambios, no hay mejoras”, es lo que dicen.

-¿Algo que quisiera agregar monseñor Alfredo Vizcarra?.

-Pedir a las autoridades del Estado que no sigan de espaldas a estos gritos tan fuertes de su pueblo. Tomemos en serio a la amazonía, tiene un papel decisivo en la crisis climática que estamos viviendo y en la riqueza cultural que se puede perder. No permanezcamos como si esto no existiera. En Lima no se escucha lo que pasa acá, se sabe de otras cosas, pero esto no suena y no se siente la gravedad del asunto. El 60% del territorio nacional es amazónico, sin embargo no se sabe lo que pasa acá, y lo que está pasando es muy grave.