Los Sánchez Paredes: fiscal pide 28 años de cárcel para integrantes del clan
Paradero final. Luego de un proceso judicial de seis años, la fiscal Marlleny Morales Yataco concluyó que existen suficientes pruebas de que Fortunato Wilmer, Santos Orlando y Segundo Manuel Sánchez Paredes, y su hijo Fidel Sánchez Alayo, construyeron un grupo económico con fondos del narcotráfico. La defensa rechaza las imputaciones.
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Desde los años 70 hasta los años 90, los hermanos Santos, Segundo y Fortunato Sánchez Paredes, y el hijo de Segundo, Fidel Sánchez Alayo, construyeron un imperio económico con fondos obtenidos de actividades del narcotráfico, y evitaron la acción de la Justicia debido a sus vínculos con el poder político de turno, señaló la fiscal superior Marlleny Morales Yataco en la sustentación del pedido de prisión para los integrantes del clan Sánchez Paredes.
El caso inició cuando el 28 de enero de 2008 el entonces mandatario Alan García Pérez anunció un megaoperativo contra la familia Sánchez Paredes por sus presuntas relaciones con el tráfico de drogas y el lavado de activos, y porque con los fondos que obtuvieron compraron minas auríferas con el fin de ocultar el verdadero origen de sus negocios.
En su demanda ante la Tercera Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria, la fiscal Marlleny Morales Yataco precisó que en las investigaciones fiscales y procesos judiciales que enfrentaron los Sánchez Paredes existieron anomalías en la investigación, se pasaron por alto evidencias notables y se aceptaron como válidos documentos falsos que presentaron los imputados, lo que les permitió evadir la acción de la Justicia.
Pero luego de haber revisado todos los actuados, la fiscal Morales concluyó que había pruebas contundentes contra los Sánchez Paredes, por lo que solicitó la liquidación de 7 de sus empresas, el decomiso de todos sus bienes, la imposición de una multa astronómica de S/4.606 millones, y una pena de 28 años y 4 meses para cada uno por el delito de lavado de activos.
Apoyo. Según fiscal, durante el fujimorato, Montesinos encubrió a los Sánchez Paredes. Foto: difusión
El abogado defensor de Santos Sánchez Paredes y de Fidel Sánchez Alayo, César Nakazaki Servigon, dijo que en el caso de sus patrocinados, a lo largo del proceso judicial de 6 años, se demostró que no administraron fondos de origen ilícito, por lo que esperaba la absolución del tribunal.
Durante las audiencias judiciales, los otros acusados tuvieron similar argumentación.
En cambio, la fiscal Marlleny Morales postuló que se había acreditado abundante evidencia sobre los integrantes del clan Sánchez Paredes.
“Se ha logrado probar (…) con abrumadores e irrefutables medios probatorios, como documentos policiales (atestados, partes y reportes policiales), informes DEA (agencia antidrogas estadounidense), información judicial de México, información de autoridades de Estados Unidos relacionados con el TID (tráfico ilícito de drogas), declaraciones contenidas en documentos emitidos ante autoridades extranjeras, movimiento financiero nacional e internacional en países en los que los acusados han realizado actividades del TID, en cuyo sistema financiero los acusados aceptaron tener millones de dólares, cuyo origen ilícito no explicaron”, argumentó la fiscal Marlleny Morales, de acuerdo con el expediente al que tuvo acceso La República.
La información fue obtenida de las autoridades de México que investigaron el asesinato en ese país de Simón Sánchez Paredes, propietario de un laboratorio de procesamiento de cocaína, en 1987. El homicidio se produjo cuando su hermano Perciles Sánchez Paredes se encontraba en prisión procesado por narcotráfico.
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El inicio. Perciles Sánchez estuvo preso varias veces por narco. Foto: composiciónLR
Desde la acusación pública de Alan García, durante 15 años, la defensa de los Sánchez Paredes consiguió sortear las acusaciones de narcotráfico y lavado de activos. Pero una revisión y evaluación de los expedientes, peritajes, testimonios y documentos oficiales nacionales y extranjeros, permitió establecer durante el proceso judicial —ventilado en los últimos 6 años— que los hermanos se enriquecieron con actividades ilícitas, conforme la fiscal Marlleny Morales.
“(Los Sánchez Paredes han tenido un) proceder constante y recurrente desde los años 70, en los que realizaron diferentes operaciones relacionadas con el movimiento de exorbitantes cantidades de dinero, adquisición de bienes muebles e inmuebles, de forma directa, a través de actos simulados, con familiares y terceros, y empresas familiares para que desde la década de los 70 evitaran la identificación del origen ilícito del patrimonio que venían acumulando, el mismo que se perfeccionó, se hizo notorio y evidenció desde 1991, periodo que es objeto de imputación hasta 2007”, sostuvo la fiscal Morales.
Para la autoridad, la única explicación de por qué el clan Sánchez Paredes en más de tres décadas no pudo ser intervenido —y sus miembros encarcelados— es que durante todo ese periodo logró respaldo político, como en los años 90 por parte del exasesor del expresidente Alberto Fujimori, Vladimiro Montesinos.
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Referente. Simón Sánchez Paredes, asesinado en México. Foto: composiciónLR
La fiscal Marlleny Morales recordó que, antes de llegar al poder, Montesinos había sido abogado defensor de prominentes narcotraficantes nacionales y extranjeros.
“¿Por qué a pesar de todos estos casos no fueron judicializados en su oportunidad y por qué a la fecha los acusados no obtuvieron ninguna sentencia condenatoria por TID? No encontrarán más respuestas que las circunstancias políticas y vínculos con el poder que rodearon el periodo en el que los acusados iniciaron y realizaron actividades del TID que objetivamente se ha probado”, explicó la fiscal ante la Tercera Sala Penal Superior Nacional Liquidadora Transitoria.
La fiscal también ha requerido la liquidación y disolución de las empresas Compañía Minera Aurífera Santa Rosa (Comarsa), Pool de Maquinarias Industriales Santa Patricia (Pomispa), Compañía Minera San Simón, NAG San Simón, Ganadera San Simón, SMRL Señor de los Milagros de Trujillo y San Simón Equipos. De aplicarse estas medidas, desaparecería el grupo económico de los Sánchez Paredes.
Nakazaki: “Esperamos la absolución del tribunal”
“Tenemos seis años de juicio y estamos en la parte de alegatos, ya cerca a la sentencia y a lo largo del juicio se ha logrado demostrar dos temas fundamentales”, arguyó el abogado César Nakazaki.
“En el caso de mi patrocinado Santos Sánchez Paredes, él nunca trajo ningún dinero de origen ilícito de México, que es la tesis de la Fiscalía. Hemos demostrado que nunca trajo dinero y que todos los bienes que dejó su hermano Simón Sánchez Paredes fueron incautados por las autoridades mexicanas”, indicó.
“Hemos traído un perito forense de los Estados Unidos, además de peritos economistas y contadores del Perú, para reconstruir la historia económica de Santos Orlando Sánchez Paredes desde 1959 y hemos establecido todas sus actividades económicas lícitas. Por eso, esperamos con tranquilidad que el tribunal lo absuelva”, afirmó Nakazaki.
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Claves
Origen. Segundo Manuel (81), Santos Orlando (79) y Fortunato Wilmer Sánchez Paredes (74) son de Mollebamba, Santiago de Chuco, La Libertad.
Descendiente. Fidel Sánchez Alayo (54) es hijo de Segundo Manuel y nació en Juanjuí, Mariscal Cáceres, San Martín.
Datos
La plata. La fiscal Marlleny Morales resaltó que los imputados jamás detallaron que contaban con dinero en el exterior.
El motivo. “Ni los acusados Sánchez Paredes, sus abogados de defensa y los representantes legales de Comarsa y Compañía San Simón, nunca mencionaron la existencia de cuentas bancarias en el extranjero”, mencionó. Recién se supo cuando EE. UU. entró en acción.
Respaldo político
Una de las razones por las que los Sánchez Paredes se mantuvieron impunes fue porque obtuvieron apoyo político, como en el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000), por intermedio de Vladimiro Montesinos, abogado de narcotraficantes.}
Pruebas concretas
La fiscal Marlleny Morales sostiene que está documentado que, desde la década de los 70, los Sánchez Paredes iniciaron actividades del narcotráfico.
Cursó estudios en la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajó en los diarios La Voz, El Nacional y El Popular. Integrante de la Unidad de Investigación del diario La República. Es una de las ganadoras del “Gran Premio Nacional de Periodismo” 2014, organizado por el Instituto de Prensa y Sociedad y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
