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Sociedad

Ana Estrada: la partida de una luchadora que ya hizo historia

Muerte digna. Activista y luchadora por los derechos humanos, accedió a la eutanasia el último domingo. Lo hizo rodeada de un pequeño grupo de personas y asistida por un médico de su confianza. En esta nota, recordamos la batalla que enfrentó y ganó en el Poder Judicial, tras lo cual se obligó a Essalud a implementar un protocolo. “Fue un fallo histórico”, recuerda exadjunto de la Defensoría del Pueblo Percy Castillo

Ana Estrada lo preparó todo. El ultimo domingo se rodeó de sus seres queridos y partió hacia la eternidad. Foto: Marco Cotrina / La República
Ana Estrada lo preparó todo. El ultimo domingo se rodeó de sus seres queridos y partió hacia la eternidad. Foto: Marco Cotrina / La República

Se hizo como ella lo pidió: en su casa y acompañada de un pequeño grupo de personas, las más cercanas y queridas. Fue el domingo, en silencio. Ahora Ana es libre.

Pero no se ha ido del corazón y la memoria de la gente, está más presente que nunca. Sus amigos, su familia y sus miles de seguidores lo saben. También lo saben los estudiantes de Derecho de la Católica, los grupos feministas y los defensores de los derechos humanos. Ana Estrada Ugarte está con ellos. Junto a María
¿Por qué eligió partir ahora?, ¿por qué no antes? La respuesta a la segunda pregunta la sabemos, nos la contó Ana la última vez que la entrevistamos. No podía irse hasta ver que el Poder Judicial resolviera el caso de María Benito, su amiga y compañera de luchas.
“El caso de María Benito es muy especial para mí. Nos consideramos amigas, formamos parte del mismo programa de salud y así nos conocimos. Ella tiene una enfermedad mucho más grave que la mía y su caso, considero, sería más fácil que el mío, porque ella no está pidiendo eutanasia, sino que se reconozca su derecho a rechazar el tratamiento terapéutico”, nos dijo aquella vez.
Ambas lograron que la justicia reconozca su derecho a tener una muerte digna. Ana decidió la forma y el día. María todavía espera que Essalud designe al médico que cumplirá la orden judicial que consiste en suspender el tratamiento que recibe en una casa de reposo. Mientras tanto, su salud se deteriora cada vez más.

La incansable Ana

De Ana se ha dicho muchas cosas. Que era una valiente, una luchadora infatigable, una feminista indesmayable. Pero pocos conocían a la Ana pintora, escritora y lectora voraz. Fue una mujer comprometida con muchas causas y fiel a sus ideas. No se callaba, ni en público ni en privado, aunque eso la hiciera blanco de ataques de algunos desalmados.
¿Si tuvo miedo? No lo creemos. Veía la vida con respeto y cariño, y por eso batalló muchos años. Y porque amaba la vida, luchó por su derecho a terminarla cuando sintiera que era el momento. Y ese momento llegó el domingo, tal como lo había previsto.
“(…) Estoy tranquila. (Además) Luis, todos vamos a morir en algún momento. Cuando conocí la UCI, me dije: ‘Esto a mí no me vuelve a pasar. Yo no vuelvo a pisar una UCI’. Y lo logré. He ido cumpliendo mis propias promesas, poco a poco. Siento que no dejo tareas pendientes”, declaró en esa última entrevista.
También le preguntamos: —¿Has imaginado cómo será ese día?
“Sí, ya lo tengo más o menos pensado. Va a ser muy privado, ya lo tengo planificado. Y tengo lo que es más importante: el médico de mi confianza. Eso era lo que Essalud no me quería dar y al final ya lo conseguimos. Con eso me quedo tranquila”.

 Ana tenía muchas actividades a pesar de las dificultades. Era amante de la pintura, la escritura y la lectura. La República. Foto Difusión

Ana tenía muchas actividades a pesar de las dificultades. Era amante de la pintura, la escritura y la lectura. La República. Foto Difusión

El comunicado

La muerte de Ana fue dada a conocer ayer, a través de un comunicado difundido por su familia. Fue deseo de Ana de que todo se mantuviera en la más absoluta discreción.
El comunicado lo explica: “El domingo 21 de abril de 2024, Ana Estrada ejerció su derecho fundamental a una muerte digna y accedió al procedimiento médico de eutanasia. Ana murió en sus propios términos, conforme a su idea de dignidad y en pleno control de su autonomía hasta el final”.
“El procedimiento médico se realizó conforme al ‘Plan y protocolo de muerte digna’ aplicable a Ana, aprobado por Essalud, en el marco de la histórica sentencia a su favor, emitida el 23 de febrero del 2021 y ratificada por la Corte Suprema el 14 y 27 de julio del 2022”.
Y agrega: “Ana partió agradecida con todas las personas que hicieron eco de su voz, que la acompañaron en su lucha y que, de manera incondicional, apoyaron su decisión con amor y empatía. De manera particular, agradeció a los funcionarios públicos que integraron en su momento la Defensoría del Pueblo y la defendieron cuando la institución patrocinó su caso”.
“La lucha de Ana por su derecho a una muerte digna ha permitido visibilizar y sensibilizar a miles de peruanos y peruanas sobre la importancia de defender este derecho. Su lucha ha trascendido las fronteras de nuestro país y ha marcado un hito en la región. Ana se convirtió en el rostro de esta justa causa que se propone defender la dignidad de principio a fin y la libertad de decidir sobre nuestras vidas y nuestros cuerpos”.

Un caso histórico

La Defensoría del Pueblo, durante la anterior gestión, acompañó y patrocinó la lucha de Ana Estrada. Y cuando el Poder Judicial escuchó las razones y los argumentos legales de Ana y declaro fundada su petición, expresó que “esta sentencia constituye una reafirmación del valor de la dignidad, la autonomía y la libertad, marcando un precedente histórico que motivará en un futuro cambios en la legislación”.
En efecto, el fallo es histórico. Y por ello es materia de muchas tesis e investigaciones en universidades del Perú y el extranjero. Por eso Ana estaba convencida de que su lucha ya no era solo suya. Era una causa defendida en muchas partes y por muchas personas. Eso la hacía feliz. Eso permitió que su nombre ingresara a la historia y la hiciera inmortal”.
“(…) Creo que ya estoy en la mente y en el corazón de muchas personas, y, como te decía, lo más valioso para mí es que mi caso se haya convertido en un tema de estudio en universidades. Ya está ahí, yo estoy ahí. Siento que no voy a morir (…)”, señaló aquella vez en su casa.
El comunicado sobre su partida también lo indica. “El caso de Ana permitió que la justicia peruana reconociera por primera vez en su historia que todos tenemos derecho a morir con dignidad. Este importante precedente permitió que otras personas como María Benito pudieran tener reconocido su derecho a rechazar los tratamientos médicos que la mantienen en vida para también tener una muerte digna. El legado de Ana vivirá en la mente y el corazón de muchas personas y en la historia de nuestro país”.

“Un ejemplo a seguir”

Una persona cercana a Ana, el exadjunto de la Defensoría del Pueblo Percy Castillo, resalta el contenido del comunicado de la familia Estrada y hace suya cada oración. Admite estar conmovido y asegura sentir admiración por ella. “Es un ejemplo de lucha. No se detuvo ni en las peores condiciones, ni cuando estuvo postrada. Ana ha trascendido”.

Ana, de 47 años, partió el domingo. Luchó contra la injusticia y la polimiositis, enfermedad que la postró en una cama.❖ (Con la colaboración de Fiorella Azaña)

Liz Meléndez, Directora de Flora Tristán: “Ana estrada ha marcado un hito importante, sobre todo en nuestro país que es tan conservador para asumir estas decisiones autónomas. Admiramos su lucha y esperamos que este precedente pueda ayudar a otras personas”.

Sofía Carrillo, Feminista: “El derecho a la vida misma, este derecho que defendió a lo largo de su vida, incluso, con su muerte. Esta decisión la tomó Ana para poder estar en libertad como en estos momentos; está finalmente en paz y sin dolor como ella tanto lo anhelaba”.

Carmen Espinoza, Directora de Manuela Ramos: “Por siempre recordaremos el legado de valentía y determinación de Ana. El amor por decidir sobre su propio cuerpo seguirá inspirando a nuestra lucha por la autonomía y los derechos de las mujeres. Descansa en paz, apreciada Ana”.

Periodista licenciado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es editor de la sección Sociedad de La República. Ha sido docente en la Universidad Particular San Martín de Porres y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Tiene estudios en el exterior (Universidad Católica de Valparaíso, Chile). Fue reportero en la sección Política de este diario y editor de la sección Regionales.