Congreso aprueba retiro de la CTS

Guterres, de la ONU, por Mirko Lauer

“La ONU no ha impedido guerras, pero las ha hecho menos largas, cruentas o intransigentes. ¿Está a punto de lograrlo con las guerras actuales? El problema está en que los países peligrosos hoy son precisamente los miembros del Consejo de Seguridad, con veto y arsenal nuclear propio”.

António Guterres, el secretario general de la ONU, viene diciendo cosas sensatas y útiles de tiempo atrás, pero no está siendo escuchado como se debería. Por ejemplo, fue el primero en plantear el exceso de Israel en la guerra de Gaza, y eso le ganó una respuesta irrespetuosa de Tel Aviv. Pero igual demostró ser un pionero en ese asunto humanitario.

El tema no es Guterres, ampliamente considerado por todo el mundo, sino las Naciones Unidas como institución vetusta en un mundo que vive en cambio acelerado, y sus peligros. Así como la Primera Guerra Mundial quebró a la Liga de las Naciones, ahora hay el temor de que una tercera le haga algo parecido a la ONU. La posibilidad ya está debilitando al organismo.

El papel más importante de la ONU ha sido hasta aquí convocar al Consejo de Seguridad como un árbitro de última instancia en los conflictos posibles o efectivos en el mundo. Esa última instancia es producto de esencialmente dos cosas: la victoria de los aliados en 1945, y la coincidencia de todos ellos en alguna forma de liberalismo, el cual sostenía una bipolaridad.

La postura de la influyente revista Foreign Affairs es que aun sin bipolaridad liberal, el mundo sigue necesitando un sistema de gobernanza global, y ese sistema es la ONU. El organismo de Guterres y sus predecesores ha sido muy eficaz en las tareas policiales para controlar Estados fallidos y ayudar a sus poblaciones.

La ONU no ha impedido guerras, pero las ha hecho menos largas, cruentas o intransigentes. ¿Está a punto de lograrlo con las guerras actuales? El problema está en que los países peligrosos hoy son precisamente los miembros del Consejo de Seguridad, con veto y arsenal nuclear propio. Por eso es que se empieza a hablar de la Tercera Guerra Mundial.

Esto va dejando a Guterres sin papel. Hasta hace poco el secretario general de la ONU era un delegado de los principales poderes del mundo. Hoy es más bien el defensor de los principios y valores de la carta fundacional del organismo, en los que no todos los miembros creen. Con lo cual la idea de predicar en el desierto está a la vuelta de la esquina.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).