Política

El fin del sufrimiento

La derrota total de Hamás es esencial para la construcción de un futuro mejor para israelíes y palestinos por igual.

Guerra en la Franja de Gaza.
Guerra en la Franja de Gaza.

Embajador de Israel, Eran Yuvan

La crisis humanitaria en Gaza y el sufrimiento de los israelíes pueden terminar de inmediato si Hamás capitula y libera a los rehenes israelíes.

El hecho es simple, y es que la crisis humanitaria fue causada por Hamás, cuando inició su ataque contra Israel el 7 de octubre, asesinando a más de 1.200 ciudadanos israelíes de todas las religiones, violando a mujeres y niñas, secuestrando a 253 israelíes (134 todavía están detenidos en Gaza, en violación de sus derechos humanitarios), hiriendo a miles de personas y expulsando a cerca de 200.000 israelíes de sus hogares.

Antes del 7 de octubre, Israel apoyó los esfuerzos para mejorar la economía y elevar el nivel de vida en la Franja de Gaza. Sin embargo, desde el 7 de octubre, Israel se ha visto obligado a luchar contra Hamás para proteger a su población contra las amenazas de la organización terrorista de destruir a Israel.

Durante los 18 años de su gobierno, Hamás ha convertido la Franja de Gaza en una enorme base para el terrorismo, oprimiendo a su propio pueblo y canalizando enormes recursos que podrían haberse utilizado para mejorar las vidas del pueblo de Gaza, y no en medios para la destrucción de Israel, como lo ha hecho.

Por esa razón, la guerra solo puede terminar con una derrota total de Hamás: el fin de su dominio sobre la Franja de Gaza y el desmantelamiento de sus capacidades militares. Un alto al fuego que le permita a Hamás seguir siendo viable, concedería a sus líderes cantar victoria, reunir nuevos partidarios en todo el mundo y reconstruir su poder.

Hamás utilizaría la imagen de su victimismo –que mucha gente en el mundo cree ingenuamente– para rearmarse y prepararse para la próxima ronda de violencia, que ya ha declarado abiertamente que tiene la intención de perpetrar. Este es, de hecho, el círculo vicioso en el que hemos estado atrapados durante los últimos 18 años, cuando cada ronda de violencia (que siempre termina antes de que Hamás sea derrotado) ha permitido a la organización terrorista fortalecerse y prepararse para la siguiente ronda, que esta vez culminó con las atrocidades del 7 de octubre.

La derrota indiscutible de Hamás es esencial para la construcción de un futuro mejor para israelíes y palestinos por igual. Israel ha demostrado su deseo de paz una y otra vez, incluso con su retirada completa de la Franja de Gaza en 2005. Sin embargo, ningún liderazgo que renuncie a la violencia y se esfuerce genuinamente por la paz tendrá la oportunidad de desarrollarse y arraigarse entre los palestinos, mientras los terroristas tengan la ventaja.

La comunidad internacional debe respaldar los esfuerzos de Israel para derrotar a Hamás, así como a Hezbollah y otros representantes iraníes, y ejercer mayor presión sobre Hamás para que libere a los rehenes israelíes y detenga la guerra que comenzaron el 7 de octubre.

Esta es la única manera de resolver la crisis humanitaria, permitir que los habitantes de Gaza e israelíes desplazados regresen a sus hogares y poner fin al sufrimiento tanto en Gaza como en Israel.

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