Arepa a la Noruega_3

Ayudar a solucionar los problemas internos de una nación como la venezolana, a la que nos unen la historia, la geografía, sangre y ciudadanía es una forma solidaria de servir al futuro de la integración de nuestra región.

Dag Nylander, representante del Reino de Noruega, preside la mesa de negociación entre el gobierno bolivariano y la plataforma unitaria de la oposición venezolana.

Esta mesa se abrió desde hace un trimestre en tierra mexicana.  Participan todas las fracciones políticas del Orinoco. Tiene el objetivo de resolver las diferencias entre las partes usando a la negociación como método consensual.

Dependiendo de los resultados y como el Core de la misma se deberá convocar a elecciones generales en todas las instancias de gobierno, a escala nacional, regional, local.

Al parecer los venezolanos habrían encontrado por fin una vía pacífica de solución política y procesal a sus diferencias internas.

El diálogo se inició formalmente desde el viernes 13 de agosto. Está siendo asistido por Noruega, el propio gobierno de AMLO, buen componedor, y la Federación Rusia.

Sigue estando abierto a la presencia de amables litisconsorte como son los nuevos gobernantes de los EE. UU., entre otros interesados por el buen resultado de la transa. Normalización.

El 15 de agosto próximo pasado ha sido difundido un comunicado de apoyo al diálogo suscrito por la cancillería peruana.

Respalda al “Grupo de contacto” auspiciado por los charros. Se inclina ante la evidencia objetiva del agotamiento del superado mecanismo denominado Grupo de coordinación de Lima.

Los parcos resultados lo hicieron ineficiente al propósito concertador.

La agenda_3, gobierno y oposición ha avanzado hasta el umbral de cierre de los drivers que originaron la crisis externa e interna.

Los actores esperan llegar a encontrar un curso definitivo a la participación de la ciudadana en el proceso político electoral.

Este itinerario debe ser consentido por todos y supervigilado por compartidas instancias internacionales e independientes.

Por lo pronto ha trascendido que dicha agenda contempla garantías de conducta, un cronograma electoral; el levantamiento de sanciones acompañado de la restauración de derechos a los activos.

Y la mutua promesa del respeto constitucional al Estado de derecho, la convivencia política y social, la renuncia a la violencia y la reparación de sus efectos.

¿Quiénes lo están acordando?

El delegado plenipotenciario del gobierno de Caracas, el Sr. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional llanera y, liderando la otra parte, el Sr, Gerardo Blyde, exalcalde de Baruta, exparlamentario, próximo a Guaidó, que encabeza la multipartidaria coalición opositora.

Lo acompañan: el Sr. Tomás Guanipa, embajador ante Colombia designado por el “Parlamento del 2015″; el Sr. Carlos Vecchio, que fuera embajador interino de Guaidó en Estados Unidos; el dirigente del partido Nuevo Tiempo, Don Luis Emilio Rondón padre; y la Sra. Mariela Magallanes, retornante diputada venezolana antes exiliada en Italia, Hay un secretariado de actas reservado a una abogada escogida entre delegados por mutuo consenso.

Toda la paleta de colores políticos está representada: Acción Democrática, tildada de Apra veneca; el COPEI de inspiración popular cristiana, lo que aquí serían las huestes del PPC; directivos de partidos tipo Renovación o Avanza País como Causa Radical; Nuevo Tiempo, personalidades como Stalin González, destacado líder opositor.

¿Por qué esta negociación tiene relevancia para el Perú?

Por la presencia de cerca de un millón doscientos mil migrantes venezolanos, brazos y familias, que decidieron abandonar el mercado de trabajo de su país y vinieron a probar suerte en nuestro territorio.

Fueron recibidos solidariamente por el Perú, pero a costa de la PEA, pulmones y chambas, lo recuerdan estudios especializados...

Claro está que la migración adquiere una mayor significación puesto que incorpora a la falta de ingreso laboral, las obligaciones sanitarias, ir al colegio, vivienda y alimentación, transporte que ya son escasos para las propias familias peruanas. La falta de empleo. Carencia generada por la enfermedad. Subempleo por horas -informalidad-, por educación, por poca salud, entre otros gatillos de la inseguridad poblacional.

Si Venezuela logra superar sus diferencias por el diálogo, sin duda habrá un considerable número de sus ciudadanos, capacidades y habilidades, listos para regresar. Lo que es una hipótesis deseable de menor presión.

El alza reciente del petróleo a niveles muy importantes para el estándar de precios internacionales abre la posibilidad de que la economía veneca tenga cómo financiar sus mercados de bienes y servicios que son indispensables para una reactivación económica duradera y competitiva.

En tal circunstancia cabe suponer que el Perú puede poner el hombro para mejorar las condiciones de la reactivación de los mercados de nuestro hermano país.

Hay también mecanismos de coordinación económica y financiera desde el Fondo Latinoamericano de Reservas y el Banco Latinoamericano de Inversión (CAF) o dentro del contexto de la Comunidad Andina de Naciones a la que Venezuela debiera retornar.

Y otros acuerdos de las instituciones financieras multilaterales como el Banco Interamericano (BID), BM, sin perjuicio de la invocación a las entidades especializadas de Naciones Unidas y los grandes bloques mundiales como la Federación Rusa, China, Unión Europea, los potentes países asiáticos.

Es bien sabido in fine que los recursos naturales y ambientales de Venezuela son atractivos de largo plazo que ofrecen garantías para la nueva inversión local y exterior, privada y pública.

Ayudar a solucionar los problemas internos de una nación a la que nos unen la historia, la geografía, sangre y ciudadanía es una forma solidaria de servir al futuro de la integración de nuestra región y, por ese medio, al interés nacional.

La República

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