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El nuevo Consenso de Washington, por Humberto Campodónico

“El nuevo Consenso de Washington rompe con el de 1990 para América Latina: no cree en los mercados autorregulados que asignan los recursos siempre de manera óptima”.

Hace tres meses, Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional del presidente Biden, dijo que EEUU estaba forjando un consenso, que ha sido denominado el Nuevo Consenso de Washington (CdeW), que no tiene nada que ver con el de 1990, impulsado por John Williamson para los países de América Latina.

Sullivan afirma que la base industrial de EEUU ha sido desfondada porque “se adoptaron un conjunto de ideas que priorizaban la desregulación, la rebaja de impuestos y la privatización, por encima de la acción pública”. Agrega: “plantearon que la liberalización del comercio era un fin en sí misma. Y que los mercados siempre asignan el capital de manera productiva y eficiente, a pesar de los obstáculos que surgen en el camino”. Por ello, “cadenas enteras de bienes estratégicos, así como las industrias y las empresas que los producían, se fueron al extranjero”.

Como no importaba el tipo de crecimiento sino el crecimiento a secas, se privilegió a algunos sectores, como el financiero, lo que atrofió a otros, como los semiconductores (chips) y la infraestructura. La crisis financiera global del 2008 y la pandemia hicieron ver los límites de este enfoque.

Hay dos planteamientos adicionales centrales: de un lado, un nuevo escenario internacional y, de otro, una crisis climática que necesita una transición energética justa y eficiente.

El nuevo escenario tiene nombre: China. Dice Sullivan que durante años EEUU quiso atraer a China con políticas de libre mercado, como su entrada a la OMC. La premisa era que, con una mayor integración económica los países se volverían más responsables y abiertos, forjando así un orden global de cooperación, que llevaría a pedir más libertad política en China. Pero no ha funcionado. Peor aún, esa política “ha dado lugar a la vulnerabilidad en los ‘chips’ y en los minerales críticos (ojo), que podrían haber servido como palancas geopolíticas o económicas”.

Para Sullivan la transición energética no implica escoger entre el crecimiento y los compromisos del cambio climático. Se trata de una nueva estrategia de inversión del Estado para impulsar la innovación, reducir los costos y crear nuevos empleos: “cuando Biden escucha clima, lo que piensa es más empleos”. Y ha logrado que el Congreso autorice más de 4 billones de dólares (trillones en inglés), el 20% del PBI (en varios años), para sus iniciativas, que incluye US$ 100,000 millones anuales para el cambio climático.

El nuevo Consenso de Washington rompe con el de 1990 para América Latina: no cree en los mercados autorregulados que asignan los recursos siempre de manera óptima. No cree que el libre mercado sea un fin en sí mismo sino que es un medio para lograr un fin. Dice que esas políticas deben cambiar. Debemos, en el Perú, reflexionar sobre pésima infraestructura, la desigualdad de ingresos, la falta de empleos adecuados y la informalidad como producto de la falta de diversificación productiva. ¿No importa el modelo de crecimiento? ¿Salvo el crecimiento, todo es ilusión?

También afirma que el modelo neoliberal de Thatcher y Reagan ha fracasado y no sirve para los intereses de EEUU (Bernie Sanders lo dijo en el 2012 y Trump en el 2016). Algunos pueden no estar de acuerdo. Pero la verdad maciza, para comenzar, es que no hay una sola teoría económica ni un solo catecismo: la economía no es monoteísta.

En lo político, el nuevo CdeW se instaura de lleno en la lucha con China por la hegemonía global en el siglo XXI. Habría dos dilemas: de un lado, la dicotomía entre democracia y autoritarismo, donde EEUU, Occidente (y la OTAN) serían los buenos, mientras que China encabezaría el bando opuesto. De otro, que esta nueva política, en lo que concierne a China, podría llamarse “las tres C”, cooperación, competencia y confrontación. Lo primero nos parece más plausible.

Queda discutir la política que debe adoptar América Latina y el Perú frente a la nueva realidad geopolítica. Y es allí donde se ubica, por ejemplo, el neo-alineamiento activo que hemos reseñado antes: no debiéramos optar por uno u otro, sino definir nuestros intereses y actuar en consecuencia.

(1) Discurso de Jake Sullivan https://bit.ly/43BpkAi
(2) Roncagliolo: No se trata de optar entre una u otra potencia, 22/12/2021 https://bit.ly/3Y4BZKL

 Discurso a la nación. Foto: difusión

Discurso a la nación. Foto: difusión

Humberto Campodónico

Cristal de mira

Humberto Campodónico. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.