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ISIS-K: lo que Putin no esperaba, por Mirko Lauer

“ISIS-K es una esquirla del ISIS central, que ha sobrevivido a la sombra de los talibanes en Afganistán. Así, el sentimiento antirruso se retrotrae a la expulsión de la URSS de ese país, alentada por los EEUU”.

Se dice que el atentado del ISIS-K en Moscú es un duro golpe a Vladímir Putin, quien ha venido fabricando una imagen de protector de la patria rusa. Puede ser. Pero sorprende que Putin mismo esté reforzando esa idea al atribuir las 130+ víctimas a un complot ucraniano-occidental, con los islamistas de agentes.

La acusación, probablemente falsa, de ser terroristas en el bandidaje, favorece a Ucrania-Occidente, pues les otorga cierta eficacia para moverle el piso a Putin. ISIS-K ha reclamado la autoría en todos los tonos posibles, en lo que es una declaratoria de guerra al actual Estado ruso. Pero si esto es así, en verdad esta guerra es vieja, y Rusia ya la ha perdido una vez.

ISIS-K es una esquirla del ISIS central, que ha sobrevivido a la sombra de los talibanes en Afganistán. Así, el sentimiento antirruso se retrotrae a la expulsión de la URSS de ese país, alentada por los EEUU. Los rusos partieron al final de los años 80, y el ISIS-K compartió esa victoria. ¿Por qué se ha reactivado ahora? ¿Es la búsqueda de publicidad para el reclutamiento de nueva carne de cañón musulmana?

En realidad el islamismo del Gran Jorasán nunca se desactivó, y más bien se ha mantenido en guerra contra un rosario de enemigos, desde los talibanes que controlan el país hasta potencias occidentales (Rusia incluida) claves en la derrota de Isis central, pasando por Pakistán y la India. Pero ahora el ultraviolento ISIS-K ha visto una oportunidad cuya naturaleza no nos está revelando todavía.

Ian Bremmer, del Grupo Eurasia, informa que “dos semanas antes los EEUU habían hecho una advertencia pública sobre un ataque de terroristas afiliados a ISIS... y en privado compartieron inteligencia práctica con los rusos (que la descartaron como propaganda)”. Ahora a Putin se le ha abierto un segundo frente sobre el que sus rivales saben más.

¿Qué va a pasar ahora en los salones del terrorismo, donde también funcionan formas de libre competencia? Una lógica dicta la necesidad de combatir este nuevo brote. Aunque para algunos ISIS-K puede ser una lacra estratégicamente bienvenida, es el horror que calma a Putin, ya que lo obligaría a algunas alianzas que no parecían necesarias. ¿Veremos a Washington y Moscú juntos en Kabul?

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).